El director y docente venezolano Francisco "Pancho" Salazar rescató de la novela el relato que escribe el maestro sobre Pilatos, del que le sorprendió principalmente su irreverencia. El Evangelio según Bulgákov estrena este fin de semana en la sala Cabrujas de Los Palos Grandes. "Yo monto el encuentro entre Pilatos y Jesús, pero es una lectura que no tiene nada que ver con los evangelios canónicos que conocemos.
Se hace hincapié en la culpa y los remordimientos de Pilatos por no haber salvado a aquel hombre que, presintió, era extraordinario", comentó el director y fundador de Pantheo, quien conduce una puesta en escena protagonizada por Arnaldo Mendoza, Steven Rosas, Israel Moreno, Natasha Pucheu, Markel Méndez, Ana Landaeta, Jonathan Rodríguez y Alejandro Miguez.
Así pues, en El Evangelio según Bulgákov aparece un Jesús ingenuo, que no entiende lo que le pasa y se siente objeto de una fuerza superior e incontrolable. "A veces dice cosas simples y tontas, pero al rato puede decir palabras geniales", adelantó. Otro personaje importante es Mateo, quien intenta matar a Jesús para que no sufra, pero no puede. Luego quiere vengarse de Judas, mas llega tarde, "entonces su venganza es escribir el Evangelio que conocemos, donde Judas es mostrado como el malo maluco". Pero el personaje central es Pilatos, un hombre que "detesta a Jerusalén, vive ahí pero odia a los judíos, a quienes considera fanáticos".
El militar vive con un malestar y un dolor de cabeza permanente y se sorprende cuando Jesús, en el famoso interrogatorio, se los detecta. Intuye que hay un ser excepcional frente a él, intenta salvarlo, pero le llega la noticia de que el acusado ha estado hablando en contra de Tiberio y del Imperio Romano. "Una vieja historia, cuyos personajes controversiales conocemos, pero contada de una forma nueva y a veces contradictoria: la pasión de Jesús, la cobardía de Pilatos, las consecuencias de ese encuentro inmortal, el nacimiento de una religión; todo se conjuga en esa conversación entre dos seres humanos", asegura Salazar.
La puesta en escena está determinada por el proceso actoral. "Las pautas en escena las voy sacando del contacto directo con los actores, de la partitura que van generando ellos, que define el movimiento en escena". El montaje intenta en un espacio reducido crear dos ambientes, uno real y otro onírico, el vestuario no es de época sino ecléctico, según el director, y se vale de cierta musicalización grabada. Pantheo surgió hace tres años como proyecto de investigación del arte del actor, tema que ha apasionado a Francisco Salazar desde sus inicios en el Centro de Creación Artística TET. "Nuestro interés es el trabajo de entrenamiento y laboratorio actoral", agregó el director, quien comenzó a trabajar con apenas dos actores. El primer montaje de Pantheo fue A puerta cerrada (Huis Clos), de Jean-Paul Sartre, que en una segunda ronda de funciones se llamó Una temporada en el infierno.
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